Cada noche, cada mañana
Cada noche, duermo, doy vueltas, me revuelvo me revelo, algunas noches me frustro y me desvelo, pierdo el sueño por no tener un claro dueño que respire en mi cuello y deje su mano en mi pecho.
Cada mañana, despierto, no sé muy bien lo que siento, pero sigo cinco minutos más durmiendo, cierro los ojos y no me planteo si veo o si estoy ciego para ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario